jueves, 5 de noviembre de 2009

CONCIERTO HOMENAJE A LOS SANTOLEANOS Y AMIGOS

Los santoleanos y sus descendientes ofrecieron los días 6 y 7 de agosto un homenaje a Santolea, localidad anegada por el pantano del mismo nombre a principios y mitad del siglo pasado. Cincuenta años después de que el último santoleano tuviera que abandonar su pueblo, y después de que la vida siguiera para ellos en otros lugares de toda la geografía española y francesa, los santoleanos vivieron unos días de recuerdo y homenaje a una población olvidada ya por casi todos, excepto por sus descendientes, para los que las heridas siguen abiertas.
Santolea fue uno de los pueblos más importantes del Maestrazgo bajoaragonés, una rica huerta y fértiles campos de cultivo, además de un centro de servicios importante para todas las localidades que lo rodeaban. Dos canales de riego, diversas fuentes y el río Guadalope en su plenitud eran los mayores valores naturales de la localidad. Pero toda esta riqueza acabaría siendo su ruina, pues en 1927 se inició la primera fase de construcción del pantano y el 1957 la segunda, con ello se aseguraba el riego en lugares próximos como Alcañiz y su entorno. Los santoleanos sufrieron un abandono forzoso y lento desde los años veinte del siglo pasado, ya que su medio de vida desaparecía, 37.000 pesetas fue todo lo que se llevaron; las casas de sus antepasados y las suyas propias fueron demolidas para asegurar que nunca más volvieran, negándoles así incluso el recuerdo físico de sus orígenes. Aún así, sus descendientes siguieron yendo a lo que son hoy ruinas, cuatro casas medio hundidas, un calvario derruido y una iglesia hecha escombros. Por si fuera poco, dos canteras de arcilla adornan el paisaje de la desolación, y el propio cementerio se ve amenazado por estas explotaciones de áridos.
Ante esta realidad y contando con la iniciativa de la familia de Juan Manuel Ballestero, un anarquista santoleano exiliado en 1939 en Francia y fallecido en 1971 en el país vecino, se realizaron dos homenajes en Alcañiz y Castellote los días 6 y 7 de agosto. La Cuadrilla del tío Bicicleta, que toma el apodo de Ballestero, ofreció dos conciertos de coral renacentista en los que el amor, la amistad, la vida y la muerte fueron la temática elegida. Algo que une al ser humano y que sirvió de pretexto para el encuentro y el recuerdo de los santoleanos que aún quedan y de sus descendientes.

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