Almacena agua para garantizar los suministros mientras se vacía el embalse principal para su recrecimiento.
El recrecimiento del pantano de Santolea ha concluido su primera fase con la construcción de la presa de cola y su llenado tras realizar la prueba de puesta en carga. El almacenamiento de agua se inició en abril y, tras cuatro meses, alcanza la capacidad máxima, 17 hectómetros cúbicos. Esta agua se utilizará para el abastecimiento de boca y seguir con la campaña de riego. Además, se empleará para suministrar a la térmica de Andorra. Desde la constructora encargada del proyecto, AcuaEbro, se muestran satisfechos por cumplir los plazos previstos de construcción.
«El llenado de la presa estaba en relación a las aportaciones del río Guadalope y, visto como ha ido su evolución, se ha cumplido con lo previsto», explicó Joaquín Arroyo, ingeniero de AcuaEbro y gerente de la obra de recrecimiento. Desde la constructora destacan que la obra ha satisfecho los plazos previstos por la respuesta de la nueva presa a la prueba de llenado. La construcción se realizó con hormigón compactado de rodillo. Tiene una altura de 32 metros sobre el terreno natural y de 44 metros sobre la cimentación.
Coincidiendo con la finalización del año hidrológico, en octubre, la constructora comenzará a trabajar en la presa principal. Para ello será indispensable vaciar totalmente Santolea. Actualmente el vaso principal cuenta con siete hectómetros cúbicos. Así, al finalizar la campaña de riegos se empezará con la suelta controlada del agua. «Se hará con arreglo al proyecto para que no exista mortandad de peces, todo ello dentro de un programa preestablecido que comenzará más adelante», añadió Arroyo.
Los trabajos de la segunda fase se centrarán en la vieja presa, que se elevará 16 metros con el objeto de aumentar la regularización del río Guadalupe. Con ello se garantizarán las dotaciones de regadíos y las demandas de la central andorrana. Con estas obras se pasará de una cota de 584,35 metros a la recrecida de 600,35. La capacidad de embalse pasará de 48 metros cúbicos a 111 hectómetros, lo que supone un incremento de un 134%. Todas estas mejoras permitirán mejorar la laminación de caudales en situación de crecidas del río y la gestión de caudales medioambientales.
Por el contrario, el plan de restitución por las obras que se están llevando a cabo en el pantano sigue en punto muerto. Desde el mes de julio del año pasado, cuando el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Rafael Romeo, anunció que se redactaría el plan por un coste de seis millones, en la zona no se tienen más noticias al respecto. «Hace unas semanas enviamos una carta a la CHE para saber en qué punto está el proyecto, aunque entendemos que la situación económica no es la mejor para llevarlo a cabo», indicó el alcalde de Castellote, Ramón Millán.
No obstante, sí se prevé que en breve se empiece con la construcción del acceso que se edificará por encima de la presa del puente. Esta vía facilitará el acceso hacia la zona de Las Planas y servirá como entrada y salida para los vecinos de Cuevas de Cañart, Dos Torres de Mercader y Ladruñán. «De esta manera no solo se potenciará el turismo, también será una nueva vía de salida para los vecinos cuando llega el invierno», aseguró el alcalde.
«El llenado de la presa estaba en relación a las aportaciones del río Guadalope y, visto como ha ido su evolución, se ha cumplido con lo previsto», explicó Joaquín Arroyo, ingeniero de AcuaEbro y gerente de la obra de recrecimiento. Desde la constructora destacan que la obra ha satisfecho los plazos previstos por la respuesta de la nueva presa a la prueba de llenado. La construcción se realizó con hormigón compactado de rodillo. Tiene una altura de 32 metros sobre el terreno natural y de 44 metros sobre la cimentación.
Coincidiendo con la finalización del año hidrológico, en octubre, la constructora comenzará a trabajar en la presa principal. Para ello será indispensable vaciar totalmente Santolea. Actualmente el vaso principal cuenta con siete hectómetros cúbicos. Así, al finalizar la campaña de riegos se empezará con la suelta controlada del agua. «Se hará con arreglo al proyecto para que no exista mortandad de peces, todo ello dentro de un programa preestablecido que comenzará más adelante», añadió Arroyo.
Los trabajos de la segunda fase se centrarán en la vieja presa, que se elevará 16 metros con el objeto de aumentar la regularización del río Guadalupe. Con ello se garantizarán las dotaciones de regadíos y las demandas de la central andorrana. Con estas obras se pasará de una cota de 584,35 metros a la recrecida de 600,35. La capacidad de embalse pasará de 48 metros cúbicos a 111 hectómetros, lo que supone un incremento de un 134%. Todas estas mejoras permitirán mejorar la laminación de caudales en situación de crecidas del río y la gestión de caudales medioambientales.
Por el contrario, el plan de restitución por las obras que se están llevando a cabo en el pantano sigue en punto muerto. Desde el mes de julio del año pasado, cuando el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Rafael Romeo, anunció que se redactaría el plan por un coste de seis millones, en la zona no se tienen más noticias al respecto. «Hace unas semanas enviamos una carta a la CHE para saber en qué punto está el proyecto, aunque entendemos que la situación económica no es la mejor para llevarlo a cabo», indicó el alcalde de Castellote, Ramón Millán.
No obstante, sí se prevé que en breve se empiece con la construcción del acceso que se edificará por encima de la presa del puente. Esta vía facilitará el acceso hacia la zona de Las Planas y servirá como entrada y salida para los vecinos de Cuevas de Cañart, Dos Torres de Mercader y Ladruñán. «De esta manera no solo se potenciará el turismo, también será una nueva vía de salida para los vecinos cuando llega el invierno», aseguró el alcalde.
Publicado en el Heraldo de Aragón por Javier Vilchez y Laura Castel
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